jueves, 24 de septiembre de 2009

LIBRO SÉPTIMO DE VITRUVIO

EL libro séptimo de VItruvio, enmarca un contexto basado en lo que anteriormente hemos hablado en clases , acerca de los valores que debe existir en la teoría de la arquitectura, esto es cierto cuando nos da a entender que , en la vida como en cualquier ámbito de la misma uno debe partir de lo verdadero buscando la forma de trascender tal conocimiento, suceso o hecho a los demás sin ejercer el plagio.

Como se cuenta en el libro el suceso de “el certamen literario”, donde Aristófanes da el mejor ejemplo de honestidad y ejercicio de una buena democracia a la hora de elegir a un ganador digno de obtener el título de poeta original, nos enseña que no importa cuanto bien pueda escucharse algo a la hora de transmitirlo si el significado que lo envuelve es algo que no es propio de quien lo proclama.

En conclusión se sobreentiende que los grandes pensadores, las máximas figuras hablando de arquitectura, dejaron plasmado su legado con motivo de que su trascendencia permitiera que otros pudieran conocer la verdad absoluta de una antigüedad que tras el paso de los años continuara siendo una base importante para generar nuevas ideas a partir de una existente.

Pues fue así como los grandes arquitectos de nuestros antepasados, lograron darle un valor importante a la arquitectura, tomando las grandes obras de otros para continuarlas, para generar nuevas pero sobretodo para que no quedaran estancadas .. es así como hoy podemos tener a la mano todos esos compendios de arquitectura y gozar con ellos de el maravilloso mundo e historia que en ellos se encierra.

Capitulo1.Los pavimentos


Hablando de los pavimentos es importante averiguar sobre el tipo de suelo donde se se va a trabajar, si el suelo es sólido,se nivelará y se echara una capa de cascotes y gravilla, si el suelo es de tierra de relleno se continuará a apisonar.


Colocada la capa de cascotes, se extenderá otra capa de ripios; si se trata de ripios recientes de piedra o de ladrillo molido, se mezclará una parte de cal y tres de ripios; si se trata de ripios procedentes de ruinas o demoliciones, se mezclarán cinco partes de ripios con dos de cal. A continuación se apisonará repetidamente la capa de cascotes utilizando mazos de madera, para que quede perfectamente firme quedando una capa de 9 pulgadas de grosor.
Sobre la capa de cascotes se extenderá otra de restos arcillosos, con la siguiente mezcla: tres partes de polvo de ladrillo con una parte de cal, que formará un lecho de no menos de seis dedos. Sobre este lecho se extenderá el pavimento perfectamente nivelado, bien sea de losetas de mármol, o bien de mosaico.


Si se trata de pavimento de losetas, no puede quedar ninguna arista en las baldosas, la unión de las junturas deben estar niveladas una con otra logrando que la superficie queda totalmente plana.


Si se trata un pavimento de mosaicos, los bordes deben quedar planos para obtener un pulimento correcto.


Si se trata de un pavimento de azulejos, deben nivelarse cuidadosamente, ajustándolos de modo que no queden huecos ya que deben de quedar alisados y pulidos, sobre los azulejos pulidos se derramará polvo de mármol y se rociara encima de ella una capa de cal y de arena.


Si se trata de pavimentos que vayan a quedar al aire libre deben quedar adaptados para ese fin, pues si llegan a hincharse por la humedad, afectarían el proceso de enlucimiento.


Para lograr que los pavimentos no sufran alguna afectación se deberá colocar las vigas poniendo sobre ellas otras atravesadas, sujetas con clavos, parte de piedras y ladrillos molidos con ripios nuevos, dos partes de cal lo cual dará como resultado 5 elementos que formaran el mortero.


Para mantener un pavimento en buen estado durante mucho tiempo se debe echar una primera capa de cascotes en seco cubriéndola de ripios que ben apisonados deben tener un grosor no menor de un pie ,encima de esa capa se extenderá el pavimento de mosaicos quedando todo alisado. Si se requiere tener un resultado mejor, se colocan baldosas en cada uno de los lados de las hendiduras que rellenaremos con cal mezclada con aceite y las junturas bien compactas haciendo así que el agua no se cuele. Cuando todo este solado se extenderá encima una capa de ladrillos para tener buen soporte y un pavimento de calidad. Y perdurable por muchos años.

Capitulo 3. El enlucido

Sobre los techos abovedados,se colocarán unos listones rectos que guarden entre sí una distancia no mayor de dos pies; preferiblemente que sean de ciprés, pues sí son de abeto rápidamente se corrompen por la carcoma y por el paso de los años. Ya que los listones hayan sido fijados formando un arco, se asegurará el techo abovedado mediante tirantes de madera, y con abundantes clavos. Los tirantes deberán ser de materiales como es el boj, el enebro, el olivo, el roble, el ciprés,etc.


Fijados los listones, se sujetarán mediante de cañas que se atarán con cuerdas por la parte superior, se extenderá una capa de mortero, de cal y de arena, con el fin de que no pasen al enlucido las posibles gotas que cayeran de los entramados o del techo. Si no se dispone de cañas se usarán carrizos; atándolos con cuerdas procurando que no haya más de dos pies de separación entre los nudos de los manojos y que queden atados a las pequeñas vigas introduciendo algunos palos de madera.

Cuando ya estén colocados y entretejidos los techos abovedados, se aplicará una capa de yeso por toda su parte inferior, luego se igualará alisándola con arena y al final se enlucirá con greda o con mármol. Una vez enlucida la bóveda, deben colocarse debajo unas cornisas muy finas y sencillas. Para las cornisas se emplea el mármol. Las cornisa deben ser lisas, entalladas, Cuando éstas estén terminadas se les dará una mano de yeso a las paredes, al seca el yeso se extenderá sobre ella la argamasa. Al secarse, se dará una segunda mano y una tercera mano para que le enlucido sea duradero.

Capitulo 4. Enlucido en lugares húmedos

Se le da una primera mano de una mezcla de polvo de barro para que el enlucido no se deteriore por la humedad, si se da el caso de humedad, se levantará otra pared más delgada guardando una pequeña separación, se abrirá un canal entre ambas paredes para que se pueda desaguar el exterior, según se vaya levantando la pared se dejarán respiraderos para que la humedad no se extienda por la misma. Controlando la humedad, se da paso a lo mencionado al inicio del párrafo.

Capitulo 6. Preparación del mármol


Se dice que este material tiene características y propiedades diferentes en cada lugar donde se encuentre, a veces lo encontramos en polvo , otras tantas en pequeños pedazos que para su uso se tienen que triturar y en otros tantos lo encontramos tan fino que ya esta listo para usarse sin necesidad de hacerle algo. Así mismo lo encontramos en diferentes tonalidades, mismas que dependen también del lugar de donde se extraiga dicho material.

Capitulo 7. Los colores naturales


EL ocre fue uno de los colores más importantes en la antigüedad, pues lo usaban para enlucir sus obras. El almagre o tierra roja se encuentra en Sinope en el Ponto, la de Egipto, la de las islas Baleares en España y también la de Lemnos. El paretonio blanco toma su nombre del lugar de donde se extrae. El melino blanco abunda en la isla de Melo que es una de las Cícladas. La greda verde la encontramos en muchos lugares sin embargo el más importante es Esmirna. El oropimente se extrae del Ponto. La sandaraca la encontramos en el mismo lugar.

Capitulo 8. El minio y el azogue

El minio se extrae de una gleba, es de un color rojizo por tener en su entorno polvo rojizo, a la hora de extraerse suelta gotas de azogne el cual es un semimetal compuesto de (hierro,estaño y plomo).
El azogue es propicio para dorar la plata y el oro , además atrae las partículas de oro y forma con ellas un todo compacto. Tanto el minio como el azogue van de la mano pues el minio a la hora de transformarse por varios procedimientos forma gotas de azogne el cual como resultado del primero ayuda en diferentes procesos también
.

Capitulo 9. Preparación del minio


Cuando las glebas , que son montones de tierra se secan, se trituran con pisones de hierro, de ahí se lavan y después se cuecen para quitarle todas las impurezas que pueda tener y así obtener los colores . de ahí el minio al perder las propiedades naturales que el azogne le da, se vuelve totalmente blanco. Solo conserva su color natural cuando es utilizado para enlucidos de estancias cerradas , pero en lugares abiertos por acción del sol y del reflejo de la luna , afecta la composición del color ennegreciéndolo.
Lo que uno debe de tener en cuenta cuando se quiere pintar con tal color es:
Cuando la pared esté ya pintada y seca, con un pincel se extiende una capa de cera púnica la cual, anteriormente estará derretida al fuego y combinada con aceite; posteriormente, se colocan carbones en una vasija la cual se aproximara a la pared y ala cera para recalentarlas.
A la ves que la cera se vaya derritiendo, la pared quedara claramente igualada para poder así restregar en ella trozos de cera y trapos limpios para darle un nivel pulcro , algo parecido a la acción de pulir.Ésta técnica se le conoce con el nombre de ganosis y su objetivo principal es lograr que por acción de la cera, ésta impida que el resplandor de la luna y los rayos del sol alteren el color. El minio se altera echándole cal, si se requiere comprobar su pureza, se pone el rumio en una plancha de hierro esperando que esta se caliente, altere su color y se torne negro, después se retira y se espera a que se enfríe, si al enfriarse toma el color natural es que no esta adulterado y si continúa siendo de color negro entonces si está adulterado.

Capitulo 10. El color negro

Se queman astillas de pino y las brasas resultantes se molerán en un mortero a las que se les añade cola y así se obtendrá un negro.Se puede también si tomamos heces de vino secas y las cocemos en un hornillo, después se mezclan con cola, producen un color negro suave y de calidad.

Capitulo 11. El azul y el amarillo


Se tritura arena con flor de sal mineral formando una mezcla tan fina como la harina; se revuelve bronce de Chipre, limado a partir de gruesas láminas, hasta que se forme una masa compacta; después, frotando las manos se van haciendo unas pelotitas que, una vez bien apretadas, se pondrán a secar, Cuando estén ya perfectamente secas, se colocan en una orza de barro, que introduciremos dentro de un horno: una que se haya secado conjuntamente el metal y la arena, gracias a la elevada temperatura del fuego, se produce un intercambio de sus propios vapores con la consiguiente eliminación de sus propiedades. A causa de la fuerza del fuego, se consumen sus características originales y adquieren un color azulado. Veamos ahora cómo se prepara el ocre «cocido al fuego», pues ofrece interesantes ventajas en los enlucidos: se introduce en fuego un terrón de mineral amarillo de buena calidad hasta que quede candente; después, se apaga con vinagre y así se consigue el color púrpura.

Capitulo 12. El abayalde, el cardenillo y la saranca


Se colocan sarmientos en unas tinajas y los rocían con vinagre; sobre los sarmientos ponen unas planchas de plomo, se cierran las tinajas con unas tapaderas para que no se produzca ninguna emanación hacia el exterior.Después de un tiempo determinado,se abren las tinajas y se obtiene el albayalde.Con el mismo método,pero con láminas de cobre se obtiene el cardenillo. El sandaraca da como resultado de introducir albayalde dentro de un horno dejando que este se calcine sufriendo una mutacion en su color a causa del fuego.
Una manera de obtener colores purpúreos consiste en teñir greda con la secreción de las raíces de la rubia y con tinte violeta.

De la mezcla del arándano con leche se consigue un color púrpura de buena calidad.

De la mezcla de azul con una hierba llamada gualda obtenemos un verde brillante.

Para obtener un sustituto del índigo se mezcla glenda con hierba pastel.

Para concluir se puede decir que Vitruvio en su Séptimo libro se dedicó a dar consejos sobre el oficio de ser arquitectos, partiendo de el origen del mismo en la antigüedad hasta nuestros días.